Una impresionante obra de ingeniería permite que el llamado Tren a las Nubes recorra 434 Kilómetros, desde la Estación General Belgrano en Salta hasta la Puna, ascendiendo a alturas de 4200 metros sobre el nivel del mar y transitando por viaductos, túneles y otras sinuosidades. Es uno de los tres ferrocarriles mas altos del mundo atravesando montañas y espectaculares paisajes.
Al trazar la historia del Tren a las Nubes no hay que minimizar las dificultades que ofrecía la obra en su tiempo: sin topadoras ni excavadoras, el ramal llegó a los 4500 metros de altura, a fuerza de dinamita, pico y pala. Las obras de construcción empezaron el 10 de mayo de 1921, y requirieron soluciones ingeniosas, hasta brillantes, para superar sus limitaciones: no usar cremallera, evitar pendientes mayores al 2,5 por ciento (25 metros de altura por kilómetro), no valerse de curvas de más de 120 metros de radio. Lamentablemente Maury fue separado de la obra antes de la terminación e inauguración del viaducto La Polvorilla, el 7 de noviembre de 1932. Controversias de uno y otro gobierno hicieron que el ramal no estuviera concluido, y unidas las vías chilenas y argentinas, sino hasta 1948: habían pasado para entonces 27 años. Claro que no eran tiempos de turismo: sólo en 1972 partió el primer tren turístico, que adoptaría servicios regulares en 1978.
Su nombre se debe a la experiencia obtenida por dos camarógrafos que en los primeros años de la década de los 60, cuando en un viaje de salta a Socompa le solicitaron al maquinista que en cuanto el tren estuviera sobre el viaducto La Polvorilla, hiciera que la maquina emitiera una descarga de vapor para filmar desde la ventanilla. El maquinista procedió como habían acordado soltando el vapor en el momento justo; ya que la temperatura del sector era muy baja en ese momento, la nube provocada por el vapor no se disipo rápidamente y por el contrario quedo flotando en aire, facilitando la filmación y obteniendo un trabajo de gran calidad. Posteriormente el trabajo realizado por estos camarógrafos fue ofrecido a los ferrocarriles quienes lo adquirieron y cedieron al Periodista del diario el Clarin, Emilio Petcoff para que hiciera un documental. El periodista al observar la filmación, y particularmente la nube de vapor bajo el tren titulo el trabajo realizado como “Tren a las Nubes.
Tips:
El Tren a las Nubes funciona entre abril y noviembre, y en toda época del año tiene su encanto: la primavera y el verano, de sol radiante, permiten gozar de un clima muy agradable incluso en los puntos más altos y en el viaducto La Polvorilla (aunque los deshielos y crecidas propios de estos períodos, con los consecuentes desmoronamientos en las zonas bajas, pueden producir interrupciones en la circulación de los trenes). En otoño e invierno suele haber nieve después de Puerta Tastil y hasta el viaducto, pero el rigor del clima se debe sobre todo a la altura: en Salta ciudad, el clima es muy agradable durante el día, y frío de noche.
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