Nada se compara con la víspera de Año Nuevo en Río de Janeiro. Brasil se queda despierto a esperar un nuevo año mejor que el que se va; y qué mejor que esperarlo en la playa de Copacabana en Río de Janeiro, con buena música gratis frente al mar y el espectáculo más impresionante de fuegos artificiales que veremos en nuestras vidas.
La medianoche se espera a lo largo de las playas, pero sobre todo en Copacabana. Mas 2,5 millones de personas se apiñan en la playa y la avenida, que está cerrada al tráfico. Incluyendo las otras playas alrededor de 5 millones de personas salen celebrar el Año Nuevo y tomar parte en la mayor manifestación de paz que el mundo haya visto. Casi todo el mundo viste de blanco.
Los edificios de apartamentos y hoteles son vestidos de luz y la gente se aglomera a las ventanas para ver los festejos. Alrededor de las 23:00, la gente comienza a salir de su casa y unirse a la multitud en las calles. Las carreteras están cerradas y el tráfico se reduce casi a cero. Y la multitud se dirige hacia la playa, unidos por la felicidad y la esperanza para el próximo año.
Las personas hacen sus ofrendas a la reina del mar, Lemanjá, e incluso pequeñas embarcaciones se lanzan llenas de flores. En el filo de la medianoche los fuegos artificiales comienzan. El cielo se ilumina como el grito de "Feliz Año Nuevo" se escucha en muchos idiomas como para abrazar a su vez a la familia, amigos y extraños. Después de la medianoche la fiesta continúa con la cerveza, hot-dogs y la música.
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