
Otra curiosidad es que no tiene un origen exactamente natural. En 1916 se hicieron perforaciones en la zona para buscar agua y fertilizar el entorno para la agricultura y lo que encontraron fue un acuífero termal que manaba a más de 200º. Aunque se tapó, medio siglo después se volvieron a realizar prospecciones para un estudio geotérmico de las inmediaciones y brotaron de nuevo los surtidores del géiser, que ya no pararon.
Si alguien está interesado en ver este espectáculo en persona, debe salir de Reno y conducir un par de horas por la carretera estatal Route 34 hasta la ciudad de Gerlach. A 32 kilómetros, en la zona de Hualopal Flat, a una milla de la carretera y dentro del Fly Ranch (propiedad privada, ojo, hay que pedir permiso) se encuentran éste y otros dos géiseres parecidos aunque mucho más pequeños, de apenas medio metro, que asemejan volcanes en miniatura.
Fuente: http://v.labrujulaverde.com
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